Citation
Gallego Díaz, Eduardo F.
(2017).
La comunicación en accidentes nucleares. Recomendaciones del proyecto europeo PREPARE.
In: "43 Reunión Anual de la SNE", 4-6 octubre 2017, Málaga. pp. 1-25.
Abstract
La comunicación es sin duda una de las cuestiones más importantes en caso de emergencia nuclear. Dichas situaciones son extremadamente complejas al involucrar múltiples actores y cuestiones delicadas de tipo sanitario, medioambiental, económico, social, cultural o ético. Por ello, una de las grandes áreas tratadas en el proyecto PREPARE del 7º Programa Marco europeo ha estado centrada en esta cuestión, abordando varios aspectos relativos a la misma: por un lado, la interacción entre redes de expertos durante la emergencia y en la post-emergencia; por otro, la información y participación de las poblaciones afectadas y por otro la comunicación global a través de los medios de comunicación tradicionales y de las redes sociales.
El proyecto se ha basado en el análisis de la experiencia tras los accidentes de Chernóbil y Fukushima en distintos países, teniendo como objetivo principal la extracción de lecciones que permitan mejorar la preparación de los mecanismos de comunicación frente a futuros sucesos accidentales.
Entre las numerosas recomendaciones obtenidas del proyecto, cabe destacar que sería necesario preparar desde ahora las condiciones para que haya unas interacciones constructivas entre todos los agentes relevantes. Han de aprovecharse oportunidades como la organización de simulacros de emergencias, intercambiando experiencias sobre temas particulares (por ejemplo, el contexto posterior a Fukushima), utilizando herramientas que faciliten las interacciones entre expertos y creando alianzas entre los actores de las instituciones, los científicos y expertos y los periodistas. Debe implicarse también a otros profesionales reconocidos (por ejemplo, médicos o educadores) que cuentan con conocimientos especializados pertinentes y que puedan validar los mensajes, contextualizar y dar sentido a la información técnica de cara a la población local, proporcionando así un gran apoyo para generar confianza mutua.
Es necesario reconocer que la situación posterior a un accidente es demasiado compleja para ser enmarcada, controlada o gobernada por los mecanismos tradicionales. Los diversos actores pueden aportar apoyo o, por el contrario, crear obstáculos en la dinámica de recuperación social: autoridades públicas, expertos, ONG, iniciativas ciudadanas, profesionales, instituciones internacionales,... todos tendrán algo que decir. Por ello, debe hacerse un balance de los procesos de recuperación social y crear condiciones favorables para que fructifiquen.