Abstract
La estación de Chamartín fue construida por Corrales y Molezún en la década de 1970, y es una importante pieza del patrimonio arquitectónico contemporáneo de Madrid. Es uno de los puntos de transporte mejor conectados de la ciudad y forma parte de la Castellana, un eje en cambio constante que transformará su cierre norte con una nueva estación y un nuevo máster plan. El proyecto es la transformación y ampliación de la estación actual. Se interviene en el edificio usando el mismo sistema que utilizaron Corrales y Molezún. Es un sistema de unidades lineales que permite transformar el volumen existente y por repetición del elemento ampliar el edificio. La rigidez de las vías y el trazado de la ciudad se utilizan como claves para transformar la estación actual en el centro de nuevas conexiones urbanas y de transporte. Los ritmos estructurales de la estación actual se mantienen en la parte ampliada, completando un conjunto bien articulado y coherente. Los elementos conservados y la arquitectura contemporánea establecerán una relación por contraposición entre las geometrías existentes y nuevas, que será la imagen característica del proyecto. De esta manera, la síntesis en unidades lineales de la lectura de la estación actual y la aplicación de este sistema en la nueva ampliación, tendrá como resultado un proyecto global y unificado. En donde el patrimonio común y la nueva arquitectura formarán la imagen de la nueva estación de Chamartín.