Abstract
Desde su origen el espacio de las oficinas, como la arquitectura
que los envuelve, ha estado en constante cambio, en el siglo XXI
este cambio se ha producido a través de las Start ups y el coworking
y ahora la arquitectura debe responder a las nuevas demandas
de estas tipologías.
El nuevo crecimiento de Chamartín nos lleva a plantearnos la posibilidad
de realizar un proyecto que combine los dos usos principales,
oficinas y viviendas, una unión de la que se beneficia la
ciudad. Por ello, STARTMAD, reúne las características de un barrio
en altura haciendo de él un edificio híbrido, con un programa de
ocio, zonas de trabajo para Start ups y otras empresas que quieran
aplicar la dinámica del coworking y viviendas.
La volumetría del edificio expresa los diferentes usos en altura
formando un perfil quebrado, perfil adecuado para una solución
multiescalar.
Los conectores sociales del edificio surgen gracias a esa forma
dinámica de crecimiento, creando una comunidad en dimensión
vertical, a través de los espacios verdes a diferentes alturas y gracias
al espacio interior del atrio central.
Este atrio es a su vez una gran calle interior que permite la permeabilidad
urbana del ciudadano rompiendo con la barrera que
crean los grandes edificios en la ciudad.