Abstract
Reutilizar la ciudad, democratizar las macro inversiones públicas y entender los ritmos de una sociedad 2.0. En definitiva, celebrar la movilidad. Estas son las pautas que dan pie a un proyecto de restauración, y también de rescate, de una infraestructura olvidada por los madrileños y que pide a gritos una nueva oportunidad. El actual entorno construido de la estación de Chamartín refleja un sistema de crecimiento sin vocación de crear ciudad. La nueva estación se desarrolla desde las preexistencias hacia el norte para recoger nuevas circulaciones y dar servicio a sus cuatro frentes. Se plantea una estación como punto de encuentro y no como lugar de paso. El centro de gravedad de la nueva estación queda ocupado por un atrio y una cubierta altamente tecnificada, arriostrada por los cuerpos norte y sur. Cada anillo perimetral recoge una sección de un programa lúdico-cultural global. Por último, una cornisa vegetal cierra el borde superior del atrio y se conecta mediante ramificaciones a los pabellones perimetrales. El objetivo es transformar el modelo de ciudad actual en otro policéntrico, más acorde con nuestro futuro inmediato, a través de propuestas sensibles con nuestro patrimonio industrial y cultural. Bienvenidos a La Fiestación, un nuevo hito en la ciudad que nos conecta a todos.