Abstract
Una pequeña ciudad que quería crecer, el Madrid de Carlos III. Ya por aquel entonces, el ennoblecimiento de los paseos los convirtió en zonas de recreo y esparcimiento, donde el Paseo del Prado pasó a ser el elemento de unión entre lo existente y lo nuevo, entre el casco antiguo y el ensanche. La lateralidad aportada por el entonces conocido como Real Gabinete de Historia Natural, y actual Museo del Prado, en tanto a la actividad de la ciudad, su crecimiento y la relación con lo natural, se traslada a lo que se conocerá como Galería Norte, un nuevo salón cultural urbano situado al norte de la ciudad. Con el paso del tiempo, Madrid se ha ido conformando a lo largo y ancho de lo que denominamos la espina dorsal de la ciudad, el eje norte-sur compuesto por Recoletos, Castellana y Paseo del Prado. En torno a ella se disponen innumerables hitos que hoy en día son focos de referencia en la ciudad. Es al norte de dicha espina dorsal donde se sitúa el área de intervención, en los alrededores de la estación de Chamartín. Se trata de uno de los puntos clave de acceso a la ciudad, tanto por vía rodada como por tren y a su vez, uno de los puntos con mayor grado de deterioro que, además, se encuentra actualmente en expansión con diversos proyectos de remodelación y crecimiento de la zona. Por ello, el proyecto busca la recuperación de dicho espacio y sus alrededores, con el fin de facilitar las conexiones urbanas, tanto en un entorno como con el resto de la urbe. Contando con una ubicación privilegiada en la ciudad, la Galería Norte propone la creación de un nuevo paseo público en el que potenciar espacios de recreo, inexistentes en la zona, y suponer un nuevo foco cultural de referencia en la ciudad.