Abstract
Nuestro actual modo de vida y el crecimiento de la población urbana generan un consumo e impacto ambiental que el planeta es incapaz de soportar. La ciudad contemporánea es un agujero negro de energía, incapaz de producir. Por ello, es más necesario que nunca intervenir mediante soluciones sostenibles y ecológicas para afrontar estos desafíos. En los últimos años, hemos asistido a un resurgimiento de la agricultura urbana, incorporando espacios productivos en la ciudad para incentivar un consumo responsable y local. Debido a la falta de solares disponibles en las ciudades, el futuro de la arquitectura deberá integrar funciones productivas en sus edificios. Una de las soluciones que mejor ha funcionado han sido los sistemas modulares, sobre todo para proyectos de nueva concepción. Su eficiencia reside en la flexibilidad de estos métodos, permitiendo adaptar la agricultura en los espacios disponibles. Además, generan arquitecturas de poco impacto y permite expandirse según necesidades. Todo ello, hará de la arquitectura modular una gran solución para integrar espacios de cultivo. Así, la agricultura urbana y los sistemas modulares se convierten en nuestro objeto de estudio de este trabajo, temas que estarán muy presentes en el futuro próximo de la arquitectura.