Citation
Gausí Baró, Valle
(2020).
Bottega, atelier, estudio: los espacios de trabajo del arquitecto a lo largo de la historia.
Proyecto Fin de Carrera / Trabajo Fin de Grado, E.T.S. Arquitectura (UPM).
Abstract
La profesión del arquitecto tiene un largo y extenso recorrido. Su evolución a través de las distintas épocas de la historia nos hablan de un continuo cambio en la concepción del arquitecto en la sociedad. Aunque no siempre se distinguió como tal y tampoco recibía el nombre de arquitecto, sí que estuvo presente continuamente la necesidad de construir, protegerse de los efectos adversos de la naturaleza y de algún modo, representar la evolución y proceso de la comunidad. Este estudio de la evolución de la profesión y su gradual adaptación a las distintas configuraciones sociales, políticas y artísticas de la época, permite la extracción de una información que resulta útil para dar el siguiente paso. Recoger documentación sobre cómo se formaban, que educación recibían, qué papel ocupaban en la sociedad, etc. proporciona una visión objetiva donde ya nos hemos adentrado en la historia asumiendo un punto de vista concreto y dirigiendo la mirada hacia un tema específico. Es entonces cuando se configuran perfiles de arquitectos que se entienden en su totalidad, en su época y en su entorno. Ellos nos hablan de una manera de entender la arquitectura y de trabajarla. Como consecuencia se genera un espacio de trabajo, donde poder llevar a cabo el fin último de la profesión: crear. A partir de ese punto, detectamos una relación vinculante y directa entre el arquitecto como personaje que posee una dimensión social, humana y artística y que busca una determinada intención cuando lleva a cabo el proyecto de su propia vivienda como lugar en el que unir su vida y su querida profesión. Es en ese punto, cuando nos encontramos ante unos casos de estudio escogidos conscientemente para transmitir por épocas, los distintos espacios de trabajo que el arquitecto generó. Se empieza a configurar una lista de espacios que podemos clasificarlos: bottega, atelier y estudio. Cada uno entendido en su contexto y con el sello personal de cada arquitecto, podemos añadirle el “apellido”: palacio, villa o casa. El arquitecto se configura siendo moldeado por su contexto temporal y posteriormente, al poseer el arma poderosa de la construcción, puede dejar patente en la actualidad su obra, sus ideas, su manera de entender la arquitectura y su forma de aprenderla.