Abstract
Los campos de refugiados están diseñados para ser entornos arquitectónicos y sociales provisionales que sirven como solución temporal en una situación de emergencia. La “temporalidad permanente” es la característica principal de los campos de refugiados palestinos. Nacidos con la idea de ser temporales, tras 70 años -en los casos de los territorios surgidos en el 1948-, y 50 años -en aquellos creados tras la Guerra de los Seis Días-, se han ampliado y hecho más complejos en sus estructuras: de simples cuadrículas ocupadas por tiendas de campaña, hoy en día contienen edificios de hormigón de varios pisos, usos mixtos de la tierra y patrones de calles, lo que crea una gran diversidad de parcelas y edificios. La condición de temporalidad permanente desestabiliza la noción de espacio público. Prácticamente inexistente es, al mismo tiempo, muy necesario como un lugar para la representación de la sociedad palestina, una comunidad amenazada. Este trabajo reflexiona sobre el espacio público en los campos de refugiados palestinos. A través del análisis de dos campamentos como casos de estudio, Dheisheh y Shu’fat, se intenta establecer cuál es el papel que tiene que desempeñar la arquitectura para desarrollar estos entornos tan delicados, con el fin de mejorar las condiciones sociales y calidad de vida de los refugiados.