Abstract
El conjunto de realizaciones y de proyectos de Juan Navarro Baldeweg que hoy sometemos a
la consideración y disfrute de nuestros lectores está marcado por el signo de la diversidad. Pues,
en efecto, Navarro acomete unos y otros temas, no sin hilos de continuidad -que son, por otro
lado, evidentes-, pero explorando, o reexplorando, muy diversos caminos. Quede así claro que
en la arquitectura de Navarro -sin que esto sea del todo común a tantas de las estrellas del
actual firmamento de la arquitectura- la expresión de la propia personalidad y el uso de ciertos
Invariantes muy queridos, no está reñida, sino intensamente comprometida, por el contrario,
con la atención a las circunstancias de programa, carácter y lugar que cada ocasión
exige. Esta y no otra es la causa principal de su diversidad, que Navarro practica así en un modo
semejante a los otros gigantes ibéricos; esto es, a Siza, a Moneo y a Souto de Moura, como se
puede comprobar Incluso en este mismo número con la obra del último.