Abstract
La población mundial sigue creciendo, y cada vez más, las economías emergentes se suben al tren del consumo. Es por esto que, la protección del medio ambiente y su conservación, ha ido adquiriendo una importancia mayor en las últimas décadas.
La filosofía Cradle to Cradle (de la cuna a la cuna) va más lejos que todas las soluciones propuestas hasta ahora. Considera que las tres R (reciclar, reutilizar y reducir) no solucionan el problema, sólo minimizan el daño, es decir, permiten que el planeta agonice de forma más lenta pero imparable.
Por ello, propone una nueva revolución industrial que imita el modelo natural, en el cual, no se produce un solo residuo que no sea útil. Plantas y animales cuando terminan su ciclo de vida sirven de alimento a la tierra, conformando un ciclo cerrado.
Para ello, se modifican los procesos de producción industrial para adaptarlos al diseño de materiales que al final de su vida útil sirvan de alimento a estos ciclos, biológico y técnico.
Además, a diferencia de otras propuestas, no rechaza la prosperidad económica consumista. No establece límites a la producción o dice que la solución sea producir menos, sino que su solución será producir bien, es decir, un buen diseño pensado desde el origen.