Abstract
Para la mayoría de los territorios insulares el turismo representa la principal
actividad económica en términos de generación de ingresos y creación
de empleo. Pero debido a su pequeño tamaño y sus condiciones de
aislamiento, las islas son bastante vulnerables a impactos ambientales y
sociales negativos que el turismo puede conllevar. Por ello, es vital planificar
y gestionar el desarrollo del turismo con el fin de alcanzar objetivos de
sostenibilidad.
Son precisamente los criterios de sostenibilidad, los que, aplicados a un desarrollo
turístico, hacen de éste un modelo de gestión que no altera las condiciones
del territorio. Por ello, la Isla de Pascua, que se está viendo inmersa
en un proceso de desgaste y fragilidad debidos a la presión del turismo,
es el objeto de estudio de este trabajo. Constituye el escenario de una serie
de problemas que amenazan al ecosistema de la isla, incluso que aceleran
el deterioro del patrimonio arqueológico, cultural y social.
Las principales fuentes de dicho deterioro son: el aumento del turismo, el
crecimiento de la población y el comercio, derivando a su vez en problemas
que afectan a la eliminación de residuos, la calidad del agua y del aire, o la
pérdida de biodiversidad.
Un factor importante a tener en cuenta, es que la sociedad Rapa Nui gira
en torno al turismo, toda la actividad de la isla está relacionada directa o
indirectamente con la principal fuente de crecimiento económico. No obstante,
el modelo actual de turismo y el modo en el que se ha venido desarrollando
a lo largo de décadas ya no resulta sostenible, lo que hace que se
encuentre en riesgo de que se produzca el colapso.