Innovación social: el horario español y el de los países europeos

Manchado Rubio, Patricia (2018). Innovación social: el horario español y el de los países europeos. Proyecto Fin de Carrera / Trabajo Fin de Grado, E.T.S.I. Industriales (UPM), Madrid.

Description

Title: Innovación social: el horario español y el de los países europeos
Author/s:
  • Manchado Rubio, Patricia
Contributor/s:
Item Type: Final Project
Degree: Grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales
Date: February 2018
Subjects:
Freetext Keywords: Europa, salarios, trabajo, horarios, cultura, TUS, OECD, Lewis
Faculty: E.T.S.I. Industriales (UPM)
Department: Ingeniería de Organización, Administración de Empresas y Estadística
Creative Commons Licenses: Recognition - No derivative works - Non commercial

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Abstract

Este trabajo consiste en una investigación en la cual se ha comparado el horario actual y la cultura española con los de otros países europeos, en este caso: Alemania, Finlandia, Suecia, Bulgaria, Italia y Grecia. Los cuáles se ha considerado que son países con grandes diferencias dentro de Europa en cuanto a economía, empleabilidad, nivel de vida en general y cultura, para que las comparaciones sean más claras y sencillas. Primero se han analizado los indicadores de calidad de vida según la OECD (Organisation for Economic Co-operation and Development) de cada uno de los países; que no sólo miden las posesiones materiales de los habitantes de un país, sino muchos aspectos que son también importantes para determinar el bienestar general de una región; como pueden ser los niveles de polución del ambiente o el porcentaje de población que ha cursado estudios superiores. Se determina que Alemania, Finlandia y Suecia se encuentran muy por encima en cuanto a índice de Desarrollo Humano, empleabilidad y bajos índices de pobreza; y en el resto de indicadores no siempre sobresalen. A continuación me he centrado en cómo son las culturas de los habitantes de cada uno de los países, para poder averiguar porqué en cada país los hábitos respecto al tiempo son distintos. Para ello, se han dividido las culturas de cada uno de los países en tres grupos, según el Modelo de Lewis, planteado por el mismo autor: culturas multi-activas, linear-activas y reactivas. Según esto, en Bulgaria, Italia, España y Grecia, las culturas son principalmente multi-activas, lo que se traduce en una visión del tiempo que se centra en el momento actual, es decir, en la tarea o tareas que se estén realizando en ese espacio de tiempo, y esto resulta más relevante que las tareas que la persona debe realizar a continuación (lo que conlleva retrasos y un horario desorganizado en general). Sin embargo, Finlandia, Suecia y Alemania serían países con una cultura más linear-activa, que implica que a sus habitantes les gusta tener todo bajo control, con lo que en general son más distantes, más organizados y puntuales. Es posible que esta cultura multi-activa (que considera que se está aprovechando el tiempo mejor cuantas más tareas esté realizando la persona al mismo tiempo) implique que, a la hora de la verdad, la persona sea menos productiva en su trabajo, ya que la organización es menor y la impuntualidad a los asuntos futuros se encuentra totalmente normalizada. Además, en España, Bulgaria, Grecia e Italia, se observa una tendencia a que los hijos se vayan más tarde de la casa familiar que la media europea, así como también que obtengan su primer empleo con edad más avanzada; que se casen y tengan hijos más tardíamente así mismo. De aquí se podría concluir que las culturas mediterráneas son más parecidas entre sí y tienen una sociedad más familiar y menos independiente, ya que los jóvenes son, por norma general, dependientes económicamente de sus padres más tiempo que en el resto de Europa. El no haber modernizado dichas costumbres puede llevarnos a la conclusión de que en estos países resulta más difícil que se produzcan cambios, y que la sociedad sea más tradicional. Después de analizar por encima la cultura de cada uno de los países, se ha obtenido información de HETUS (Harmonised European Time Use Survey), que es una plataforma europea que trata de armonizar las encuestas sobre uso del tiempo que se realizan en los países de Europa de manera que sean comparables entre sí. Estas encuestas de usos del tiempo son llevadas a cabo por las entidades nacionales correspondientes de cada uno de los países, que buscan una muestra de hogares participantes cada cierto número de años, y proporcionan cuadernos a cada unos de los habitantes de estos hogares para que realicen las encuestas de uso del tiempo. Estos encuestados deben rellenar con su actividad actual, así como con sus actividades secundarias (las que son realizadas simultáneamente a las principales) dichos cuadernos en intervalos de diez minutos durante un día o dos entre semana (dependiendo del país) y otro del fin de semana. Las actividades se encuentran codificadas con códigos para clasificar de esta forma mejor la información resultante. Las encuestas sobre usos del tiempo (TUS) proporcionan información valiosa sobre la diferencia de trabajo remunerado y no remunerado entre hombres y mujeres de un país; sobre la forma en la que hombres y mujeres utilizan su tiempo a lo largo del día y también sirven para identificar como las diferencias de género en el uso del tiempo se desarrollan a lo largo de la vida de los habitantes de un país. Como se ha comentado, parte importante de la información proporcionada por estas encuestas del uso del tiempo, es la diferencia existente entre hombres y mujeres de cada país; ya que, a pesar de que esta brecha entre géneros se haya reducido con el tiempo, mediante la incorporación de la mujer al trabajo, y la regulación de derechos igualitarios para la mujer, todavía hay diferencias importante entre ambos.
Se ha analizado la diferencia entre tiempo de trabajo remunerado (el tiempo empleado por una persona en su lugar de trabajo), y tiempo de trabajo no remunerado (tiempo dedicado a las tareas del hogar o al cuidado de hijos u otras personas que habiten en el hogar) de los países de los que trata este trabajo, y se ha llegado a la conclusión de que las horas empleadas en trabajo no remunerado es siempre superior en el caso de la mujer y las horas empleadas en trabajo remunerado de media es siempre superior en el caso de los hombres; así mismo, la diferencia media de salarios mensuales es siempre superior en el caso del hombre; esto puede ser debido, bien a que efectivamente, en un mismo puesto de trabajo se proporcionen salarios diferentes dependiendo del género del trabajador, o bien, como sería más probable, que las mujeres cobren menos debido a que hay mayor porcentaje de mujeres realizando trabajos a tiempo parcial; ya que la dificultad de conciliación entre vida familiar y laboral hace que muchas veces las mujeres se sientan obligadas a trabajar a tiempo parcial para poder realizar todo el trabajo del hogar.
De modo que esta información sobre distribución de trabajo remunerado y no remunerado entre hombres y mujeres podría tener cierta influencia en políticas sociales, haciendo concienciarnos de que las mujeres, a pesar de tener menos sueldo como norma general por realizar un mayor porcentaje de mujeres trabajo a tiempo parcial, en total se encuentran realizando como mínimo la mitad del trabajo de cada país, si tenemos en cuenta la suma de trabajo remunerado y no remunerado. Así que se propone que se empiece a valorar más el trabajo no remunerado, por ejemplo, dándole cierto valor efectivo, para lo que primero habría que decidir que “salario” sería el más apropiado para el trabajo no remunerado; este salario, calculado mediante coste de sustitución, sería el equivalente al salario recibido por los empleados del hogar; con lo cual se podría calcular el “ahorro” de los hogares al no contratar empleados del hogar y realizar ellos mismos el trabajo no remunerado. De esta forma comenzaríamos a darle cierta “remuneración“ al trabajo no remunerado para que fuera tenido en cuenta en parte a la hora de calcular la riqueza de un país y a la hora de lograr mejores políticas de igualdad de géneros. A continuación, analizamos los resultados de las últimas encuestas sobre usos del tiempo de cada uno de los países analizados; estas encuestas se han realizado siguiendo la normativa dictada por HETUS de manera que sean comparables entre sí, con ligeras variaciones entre países. Se ha representado mediante gráficas el número de horas medio que emplean los habitantes de cada país en cada una de las seis actividades principales a lo largo del día. Estas actividades principales, que son las mismas para todos los países participantes, serían: Actividades relacionadas con el trabajo (que incluye el tiempo empleado por las personas en trabajo remunerado y/o estudios, así como búsqueda de trabajo); trabajo no remunerado (donde se encuentran, como se había comentado anteriormente, las actividades domésticas, excepto el tiempo exclusivamente empleado en cuidar a un niño u otro persona); el trabajo de cuidados (cubre el tiempo empleado en cuidar de un niño o de otro adulto: cuidado personal y supervisión de la persona); cuidado personal (incluye dormir, comer y beber, pero no echarse la siesta); tiempo libre (incluye gran variedad de actividades de interior y exterior, como hacer deporte, actividades culturales, echarse la siesta o ver la TV) y por último, tiempo no especificado (tiempo dedicado a actividades religiosas, espirituales, de índole sexual…).
Asimismo, se han representado mediante gráficos benchmark el porcentaje de personas en cada país que se encuentran realizando un tipo de actividad en ese momento del día; de manera que comparando las mismas se puede obtener información muy valiosa sobre cómo distribuyen su tiempo diario en cada uno de los países para compararlo con España. De la comparación de dichos gráficos benchmark se puede observar que la hora de inicio de cada actividad en el benchmark español se encuentra una o dos horas retrasado respecto al resto de países analizados; siendo sobre todo importante la diferencia en cuanto a la hora de terminar la actividad laboral, que se produce mucho después que en el resto de países, en torno a las 20:00. Además, se observa que las comidas y cenas se producen más tarde que en el resto de países, siendo España e Italia los únicos donde se observa una pausa importante de actividad laboral con sus consiguientes desplazamientos (que representan la gente que vuelve a casa desde el trabajo o viceversa) a la hora de la comida, teniendo esta pausa una duración de dos horas aproximadamente; después de la misma se observa que se reanudan tanto la actividad remunerada como la no remunerada. En nuestro país también nos vamos a la cama unas dos horas más tarde de media que en el resto de países, en torno a las 00:00. Después se han representado el número de horas de trabajo remunerado de cada uno de los países estudiados, observando que los trabajadores autónomos realizan un mucho mayor número de horas de trabajo semanal que los trabajadores con contrato fijo en todos los países; así como el porcentaje de trabajadores que cuentan con cada tipo de flexibilidad horaria en cada uno de los países tratados y su sueldo base medio mensual. Se puede observar que en los países nórdicos en general se trabaja un menor número de horas que en el resto, siendo sobre todo muy elevadas las horas de trabajo remunerado realizadas por los habitantes de Grecia y Bulgaria (en Bulgaria se trabaja de media tres horas más semanales respecto a la media de horas trabajadas en Europa), ambos países con elevadas tasas de paro entre su población, con lo que el mayor número de horas podría ser debido a que en dichos países, los trabajadores tienen miedo a perder su puesto de empleo y consideran necesario trabajar un mayor número de horas, siendo a pesar de ello dichos países los que tienen un menor salario medio por hora trabajada; lo que podría indicar que no por realizar un mayor número de horas en el puesto de trabajo se obtiene una mayor rentabilidad. Además, los datos sobre porcentaje de trabajadores contratados cuyas empresas les permiten adaptar sus horarios al horario que más les convenga o elegir con total libertad sus propios horarios es mucho mayor en Finlandia, Suecia y Alemania que en los otros cuatro países; lo que pone de manifiesto que estos países tienen una política empresarial más modernizada, que tiene en el centro de mira el bienestar del trabajador. Centrándonos más en España, la gráfica de la izquierda representa el porcentaje de gente dedicada a cuidados personales a lo largo del día. Como ya se había comentado, las mayores distinciones de España respecto al resto de países sería el gran aumento de cuidados personales entre las 14:00 y las 17:00, donde se encuentra la pausa para comer de la población española; y el aumento de los mismos nuevamente a partir de las 21:00, que sería la hora de la cena, después de la cual gran parte de la población española se dedicaría a ver la televisión; ya que de media la población española ve la televisión unas tres horas, aunque sea como actividad secundaria mientras se está realizando alguna otra; y se produciría un gran aumento del porcentaje de gente dedicada a cuidados personales en torno a las 00:00, que sería el momento de irse a la cama. De modo que: ¿Sería bueno cambiar estos horarios para adaptarlos más a los del resto de países de Europa? Parece que sí: las costumbres españolas de comer y cenar tan tarde se remontan a tiempos de pobreza en los que los trabajadores españoles debían pluriemplearse, acabando su primer trabajo en torno a las 14:00, después del cual se iban a casa a comer y acabando su segundo trabajo alrededor de las 21:00. Además, nuestros horarios se descuadraron aún más cuando el dictador Francisco Franco adelantó una hora el uso horario español respecto al que nos correspondería siguiendo el Greenwich para que fuera acorde al uso horario alemán, y una vez terminada la guerra, no se volvió a adoptar el huso horario correspondiente. Un cambio en las costumbres españolas podría lograr una mejor conciliación entre la vida familiar y laboral, ya que actualmente los trabajadores españoles salen muy tarde del trabajo, lo que ocasiona que sea difícil para una familia trabajar padre y madre jornada completa y poder ocuparse así mismo de los hijos y de las tareas del hogar. De modo que si los trabajadores españoles salieran a las 18:00 del trabajo, más mujeres podrían pasar de trabajar a jornada parcial para poder trabajar a tiempo completo y disminuiría la brecha entre géneros; además los españoles dispondrían de mayor tiempo libre para su uso personal. Pero, ¿Cómo podría llevarse a cabo este cambio? Para que fuera un cambio efectivo, se necesitaría primeramente voluntad de cambio del conjunto de la población española, ya que dicho cambio afectaría a todos los sectores de la población: empresa, familia, comercio y medios de comunicación. Y debería llevarse a cabo escalonadamente pero rápidamente para que no se produjeran desequilibrios en alguno de los sectores. Se debería llevar a cabo un cambio en los colegios, ya que actualmente en España priman los colegios con horario de mañana y de tarde, en los cuales los niños terminan a las 17:30 aproximadamente y no disponen de mucho tiempo libre una vez llegan a casa. Se propone adoptar un horario continuado de mañana en los mismos, o un horario de mañana y de tarde pero con menor tiempo de descanso a la hora de la comida.
En cuanto a los convenios colectivos, resulta complicado aplicar medidas para obligar a las empresas a que modifiquen los horarios laborales de los trabajadores para que finalicen a las 18:00; sin embargo, el Gobierno podría premiar a aquellas empresas que sí que modifiquen estos horarios, para que cada vez sean más las que varíen esto hasta que se normalice en todas las empresas; así como realizar convenios para una mejor regulación del número de horas de la jornada laboral y regular los horarios de todos los trabajadores públicos, cuyos horarios sí que puede modificar enteramente el Gobierno. Se debería apostar también por la flexibilidad horaria y el teletrabajo como prácticas empresariales beneficiosas para el trabajador. Aún más complicado resultaría modificar los horarios de los pequeños comercios y los trabajadores autónomos, ya que hay una competencia feroz en dicho sector y necesitarían que las grandes superficies también modificaran sus horarios para no verse desfavorecidos. También se deberían regular los prime time españoles, siendo actualmente éstos los más tardíos de toda Europa, ya que el prime time español comienza a las 22:30 y su hora de máxima audiencia es a las 22:50, lo que hace que la población española se acueste más tarde y duerma menos si quieren seguir sus programas favoritos. Este cambio resulta complicado también debido a que las grandes cadenas tienen miedo de perder dinero, pero resultaría conveniente que se realizara lentamente para que el telespectador se acostumbrar a los nuevos horarios poco a poco.
En definitiva, en España tenemos mucho que mejorar en cuanto al uso de nuestro tiempo a lo largo del día; podemos tomar de ejemplo a los países más avanzados y ricos de Europa para adoptar algunas de sus costumbres y lograr así mejorar nuestra sociedad. Como se ha desarrollado, un cambio en los horarios españoles adelantando el comienzo de las actividades una o dos horas y, sobre todo, reduciendo el tiempo de la comida en horario laboral resultaría beneficioso en muchos aspectos. Sin embargo, este cambio es complicado, ya que requiere la mentalización de toda la sociedad y la toma de conciencia de que nuestros horarios no son los mejores simplemente porque siempre hayan sido de esa manera, sino que las costumbres, a pesar de tenerlas interiorizadas, son mejorables y es hora de cambiarlas.

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Item ID: 50351
DC Identifier: https://oa.upm.es/50351/
OAI Identifier: oai:oa.upm.es:50351
Deposited by: Biblioteca ETSI Industriales
Deposited on: 19 Apr 2018 10:09
Last Modified: 19 Apr 2018 10:09
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