Abstract
Tan repentina como es la llegada del Alzheimer a la vida de los enfermos, es la aparición de nuevos cambios en la vida diaria de las personas afectadas, así como de sus familiares y cuidadores. Es aquí donde se observa que la forma de habitar cambia inevitablemente como consecuencia de la enfermedad. Son muchos los comportamientos que se han estudiado en enfermos de Alzheimer que nos hacen plantearnos si son consecuencia de su estado o de su entorno y si no es el entorno una parte que condiciona fuertemente a la persona con Alzheimer. Surgen preguntas como es el poder llegar a conocer como proyectar un espacio para la ausencia de la memoria. Para enfrentarnos a estas cuestiones debemos empezar dejando claro que desde la arquitectura se requiere de una nueva perspectiva o visión que nos permita entender cuales son las nuevas necesidades que surgen a las que debe adaptarse. Es muy importante partir de la base de que la arquitectura debe ver a la persona como un habitante que vive en un entorno físico determinado que se puede proyectar y modificar en función a sus necesidades variables, peculiares y en continuo estado de transición y cambio. Es aquí donde debemos ver la capacidad que posee la arquitectura, desde su faceta como arte y como técnica para enfrentarse a estos problemas, lo cual se entenderá en base a una metodología de investigación que se aporta cuya finalidad absoluta es llegar a las demandas de los enfermos dentro de sus rutinas diarias de experiencia del espacio doméstico, en el cual destacamos puntos esenciales como son la seguridad, la accesibilidad y la personalización (enfocada a la estimulación sensorial y como una estabilizadora emocional). Con esta investigación se pretende llegar a la configuración de una nueva tipología residencial-asistencial para habitantes con Alzheimer. Por otro lado, se pretende hacer llegar un criterio adecuado en base a la enfermedad y generar un conocimiento que permita el desarrollo de nuevos mecanismos y elementos compositivos necesarios para proyectar, construir y humanizar el espacio que rodea al enfermo de Alzheimer y que a su vez complete sus carencias, sin olvidar que debe ser una arquitectura que se mueva y adapte al mismo ritmo que la enfermedad y cuya evolución vaya a la par para mejorar la calidad de vida de la persona, el cual será el objetivo esencial de esta investigación y que relaciono directamente con la del cuidador.