Abstract
La Ciudad Universitaria de Madrid tiene sus orígenes en 1927, inspirados en el campus tradicional norteamericano. Fue planteada con un esquema muy claro de instituciones educativas agrupados en torno a varios espacios centrales de carácter estancial y representativo articulados mediante un eje central, la Avenida Complutense, que desde su concepción ha tenido vocación de espacio peatonal, eje simbólico y estructurante del con-junto.
A día de hoy, este proyecto original ha sufrido múltiples alteraciones para adaptarse a las necesidades universitarias, a veces sin tener en cuenta los espacios públicos generados ni su funcionalidad y dejando actuaciones pendientes por acometer. Por otra parte, la Avenida Complutense ha acabado siendo un vial para el tráfico de paso hacia el norte de la ciudad, que además está rematado por unos campos de deporte.
Es por ello que este trabajo de fin de grado versa sobre una doble variable, por un lugar la configuración espacial a lo largo de la historia de estos espacios y por otro su dimensión funcional en el marco de la movilidad peatonal, para poder poner en valor los espacios del campus universitario (catalogado como Bien de Interés Cultural desde el año 1999) a través de la mejora de sus condiciones para caminar, el medio de transporte más empleado por los universitarios, que es a su vez el más sostenible, en conjunción con el metro y, a su vez, la base para que haya más uso social del espacio público.
Para ello se procede al análisis del recinto universitario para la clasificación de los espacios públicos como más o menos caminables en base a distintos indicadores que propician o dificultan la marcha a pie dentro de un mosaico de caminabilidad. A partir de los resulta-dos obtenidos se diagnostican problemas y se proponen alternativas para reflexionar sobre el devenir de la Ciudad Universitaria y sus espacios públicos.