Abstract
La sociedad actual mantiene una curiosa relación con su estado de
salud. Por una parte, ahora vivimos más que nunca. La evolución
tecnológica e industrial ha conseguido plantarle cara a los grandes
enemigos de la historia de la humanidad: las enfermedades contagiosas
y el hambre. Si tienes la suerte de vivir en un país desarrollado
probablemente llegues a los 80 años.
Pero este desarrollo también conlleva consecuencias negativas. A
medida que el progreso elimina viejos enemigos, introduce otros
nuevos: obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión,
depresión, alergias, miopía, trastornos autoinmunes,
cáncer, artritis, insomnio, demencia, dolor de espalda... todos estos
trastornos ya existían hace miles de años, pero entonces se consideraban
enfermedades raras.
En la sociedad moderna vivimos más, pero pasamos más tiempo enfermos.
Somos más débiles, más obesos y más hipertensos. De
todos estos problemas, hay uno especialmente visible, que potencia
con el tiempo a todos los demás: el sobrepeso.
La causa evidente que nos ha llevado a esta situación es el sedentarismo
en la actualidad. Se vuelve necesario reintroducir el deporte
en nuestras vidas, partiendo de las bases del movimiento ancestral,
pero adaptán<lolo al entorno urbano moderno.
El objetivo de la investigación consiste en mejorar y adaptar los espacios
depor tivos urbanos para que la población pueda realizar en
ellos un deporte afín al tipo de ejercicio físico que demandan nuestros
genes. Nace el «Entrenamiento Funcional», el cual reúne las características
necesarias para realizar un ejercicio eficiente que nos
acercará de nuevo a nuestras raíces y nos impulsará hacia la continua
mejora de nuestra vida.