Abstract
La ciudad de San Sebastián y su área metropolitana está compuesta por unidades del paisaje diferenciadas y conectadas entre sí por una extensión difusa urbana. Dentro de estas áreas destacan sus grandes artefactos urbanos, objetos de gran escala que ordenan la trama urbana jerarquizando y polarizando la ciudad. En un futuro en el que la fábrica de Cementos Rezola, antiguo corazón económico y social del barrio de Añorga, ha sido desmantelada se propone la construcción de un nuevo artefacto urbano capaz de regenerar la actividad de y que sea el contenedor de las actividades de la escala suburbana en una única pieza. Este nuevo hito en la ciudad se estratifica y densifica para acoger diversos programas, integrando en el mismo complejo los usos públicos y privados, liberando así el territorio y siendo pieza organizadora en la bienvenida a San Sebastián por la Nacional I. Se crea un sistema que interactúa con su entorno de manera ascendente, con grandes espacios públicos en la plaza inferior que conectan la ciudad con el paisaje, un basamento levantado del suelo contenedor de salas y espacios comunes y sobre ello, unos elevados prismas que contraponen su materialidad vítrea y etérea a la aridez de los estratos inferiores donde la dimensión urbana cobra vida. Una propuesta de congestión y densidad contenida en un objeto que interactúa con el entorno evitando el derrame de la ciudad y enfrentando el paisaje natural al urbano.