Abstract
Los cambios en la manera de producir, en el uso de los recursos y en los hábitos de consumo de las últimas décadas, ha provocado una creciente preocupación por cómo atender y de qué manera las necesidades alimenticias de la población, evitando a su vez el deterioro del medioambiente. El nitrógeno (N) es un nutriente esencial para la vida, y junto con el fósforo (P) y el agua es el principal factor limitante del rendimiento. Su entrada en el suelo puede ser a través de depósito seco y húmedo desde la atmósfera, a través de fertilizantes y por fijación biológica de N. En algunos casos, las eficiencias de uso de N son muy bajas lo que provoca la degradación del medio ambiente a través de emisiones de óxido nitroso (N2O, gas de efecto invernadero), emisiones de amoniaco (NH3) y pérdidas de diferentes formas nitrogenadas (fundamentalmente nitrato NO3-) a las masas de agua. En este trabajo se analizan y discuten las principales fortalezas y debilidades agroambientales de los diversos sistemas agrarios y agroalimentarios de España así como los puntos en los que las estrategias de manejo podrían ser más exitosas. Con el objetivo de caracterizar los flujos de N reactivo en el sistema agroalimentario español a escala provincial se ha empleado la herramienta GRAFS (Representación Genérica de Sistemas Agroalimentarios). El GRAFS se compone de cuatro compartimentos: cultivos, pastos, ganado y humanos, que permiten conocer, a través de distintos datos, los flujos de N que se producen. Obtenidos los datos necesarios de entradas y salidas de N en cada uno de los compartimentos se han agrupado las provincias en cinco tipologías: Provincia Ganadera Monogástricos, Provincia Ganadera Rumiantes, Provincia Agraria de Cultivos Anuales no Intensivos, Provincia Agraria de Cultivos Anuales Intensivos y Provincia Agraria de Cultivos Permanentes. Los resultados muestran dos problemáticas diferenciadas: una relacionada con el manejo del estiércol y su correcta distribución derivada de una elevada carga ganadera, y otro vinculada con el manejo de los fertilizantes para lograr una mayor eficiencia y unas menores pérdidas al medio. Las diferencias observadas entre provincias muestran un importante potencial de mejora, que con la aplicación de las prácticas adecuadas llevaría a una mejora de las condiciones medioambientales y a un ahorro económico.