Abstract
Vivimos sumergidos en el mundo digital. Las acciones repetitivas nos convierten en autómatas y nos alejan de la realidad, perdiendo la relación con los objetos cotidianos que utilizamos. La conciencia humana es conciencia corporizada, con la expresión de la mano, pensamos, hablamos y soñamos. A través de ése conocimiento tácito y material, que tan bien trabajan los artesanos, comprendemos el espacio, y llegamos al alma.
Aprovechando el creciente interés social por la artesanía y la falta de identidad del barrio de Chamartín, se pretende divulgar los métodos artesanales de producción que preservan el conocimiento tácito y material de forma sostenible y eficiente, introduciendo la artesanía como industria cultural y creativa en la ciudad de Madrid. Archipiélago de Talleres es un puente que cubre la brecha que dejan las vías de la Estación de Chamartín de Este a Oeste, tamizando los flujos del barrio. Invita al disfrute de un museo exterior, un jardín que enseña la esencia de la artesanía a la vez que aclimata el conjunto de edificios. Logra la simbiosis artesanal mediante la relación entre los diferentes talleres (madera, metal, tejidos, cerámica y vidrio) y los respectivos espacios para su funcionamiento. Y genera capital social a la vez que crea patrimonio cultural tangible (conocimiento material) e intangible (conocimiento tácito).
Los métodos de producción artesanales acercan Madrid a una ciudad mejor, consciente de la esencia de los objetos fabricados, fomenta valores respetuosos con el medio ambiente y el propio ciudadano generando un sentido, una identidad para el barrio de Chamartín.