Abstract
Inserta entre naturaleza, industria, y tecnología, la cantera de Añorga (San Sebastián) supone una insalvable brecha en el espacio. Una ruptura con la continuidad espacial sostenida a lo largo de los últimos cien años. En un paraje rico en situaciones naturales de interés, el propio gesto de generación de la cantera, ha enriquecido, involuntariamente, este entorno. A las ya presentes praderas, bosques, y ríos de la ubicación, se le suma la tierra y la piedra, así como el conjunto de situaciones propias del mundo subterráneo. Se propone en esta ubicación, la generación de una pieza quebrada, que respondiendo a la orografía y trazado de la ladera sur de la excavación, resuelva las tensiones urbanas, permitiendo reconectar los dos núcleos que la cantera ha mantenido desvinculados. Los planos plegados que recorren el interior de esta barra quebrada, interpretarán el entorno natural en el que se implanta; recurriendo para ello a la referencia contínua de escalas, materiales, texturas y gestos propios de la naturaleza exterior. La situación estratégica de Ars Natura, aportará a su vez, una tercera rótula al eje de conexión: acercando el museo Chillida Leku, conceptual y físicamente a los barrios de Añorga y Miramón. La articulación espacial, la materialidad, y la acción de filtrado selectivo de la luz, se convierten en el soporte del proyecto. Las líneas geométricas rotundas de la pieza y su contraste con los espacios de acceso e integración del entorno dota de presencia atemporal a esta conexión cubierta, permitiendo recuperar un nexo perdido hace más de un siglo. La reinterpretación de un espacio natural. La recuperación de un vinculo olvidado. Una conexión natural.