Abstract
La citricultura en la Comunidad Valenciana representa el 40% del total de la producción citrícola española, que supuso en 2018 unos ingresos de 2.526 Millones de Euros. El 91,6 % de la producción citrícola española se exporta a la Unión Europea, aunque en la campaña 2018 se redujo el volumen de las exportaciones en 31.150 Toneladas, (-1%) por la introducción de nuevos competidores, y supuso un menor valor de la producción citrícola de 52 Millones de Euros. (agroambient.gva, informes del sector agrario valenciano) Mantener el valor económico de este sector es esencial para los productores en la Comunidad Valenciana. La mayor concienciación del consumidor europeo respecto a la sostenibilidad e impacto medioambiental de los productos que consume, (y por tanto diferencial del valor económico de los productos que está dispuesto a pagar), se encuentra en la calidad del producto y de todo el ciclo de producción y dentro de estos parámetros se valora muy positivamente un menor uso de control químico (fitosanitarios) en los cultivos. Para dar respuesta a estas demandas de los consumidores sobre calidad y sostenibilidad medioambiental de la producción citrícola se plantea la instalación de una biofábrica en el término municipal de Oliva (Valencia), con el fin de producir las especies Chrysoperla carnea y Cryptolaemus montrouzieri, para suministrar agentes de control biológico a las explotaciones citrícolas cercanas afectadas por las plagas más dañinas. La cría de Chrysoperla carnea se llevará a cabo mediante una combinación de dietas, dieta basada en huevos de Sitotroga cerealella, para la cría de larvas y dieta artificial para la obtención de adultos, ambas suministradas en condiciones controladas de temperatura y humedad. La cría de Cryptolaemus montrouzieri, se llevará a cabo con una dieta artificial enriquecida con presa Planococcus citri en un entorno controlado de temperatura y humedad.