Abstract
Moda y arquitectura resultan dos disciplinas intrínsecamente relacionadas. Se plantea por ello la hipótesis de que reinterpretar, intervenir y modificar el espacio del desfile pueda permitir la generación de nuevas formas de entender el desfile de moda y el espacio en que se desenvuelve. Es necesario entender el vínculo entre ambas materias, para así probar esta hipótesis. Desde un inicio la arquitectura juega un papel a la hora de difundir las colecciones de cada diseñador. Primeramente, se trata de un elemento más, una variable independiente dentro de la ecuación del desfile, que apenas tiene que ver con el mismo, a excepción de pequeños detalles en cuanto a escala, funcionalidad o estética. Posteriormente se observa como el espacio cobra un sentido propositivo, de forma que ayuda a comunicar la intención del diseñador, multiplicando la capacidad de trasmitir ideas. Entender el desfile como un proyecto de arquitectura permite que cada componente (acción, espacio, tiempo, modelo, colección, público) adquiera nuevas dimensiones, pues se toma cada uno como una variable de conjunto, como entidades coexistentes e inseparables de un sistema (Barthes, 2003). Con la aparición de la realidad virtual, esta idea se prueba real y tangible. Las nuevas tecnologías han permitido desarrollar el desfile de moda hasta el punto en que la pasarela virtual constituye una nueva forma de entender el desfile de moda, cambiando el concepto y la finalidad del mismo, basándose en la manipulación de información, para crear un vínculo con los usuarios.