Abstract
La piel es un revestimiento superficial que además de actuar como sistema de protección es un método de expresión corporal y comunicación fácilmente alterado. El concepto de "piel" y sus propiedades pueden ser aplicadas a cualquier objeto u organismo: desde un animal hasta la envolvente de un edificio. La belleza de los cuerpos se encuentra enfocada a lo superfluo: desde materiales sintéticos a superficies construidas haciendo uso de la tecnología. La piel se maquilla, se tatúa, se altera mediante cirugías o tratamientos médicos. A su vez las fachadas o envolventes de los edificios se doblan, brillan o responden a acontecimientos fenomenológicos como el viento o la lluvia. Moda y arquitectura siempre han estado ligadas. Estas dos disciplinas comparten los mismos métodos de creación a la vez que una pasión por los espacios tridimensionales y sus envolventes. Hoy en día son mu¬chos los arquitectos que reflejan la importancia del interior de sus edificios y sus contenidos en la piel que los envuelve convirtiéndolos muchas veces en objetos escultóricos; especialmente las tiendas de moda donde el envase del producto adquiere tanta importancia como el producto en sí. En una sociedad en la que la venta online se está volviendo cada vez más frecuente y el comercio depende de los cambios económicos, tendencias y competencias, las tiendas minoristas buscan ofrecer a sus clientes experiencias únicas concediendo gran importancia a sus fachadas ya que actúan como método de interacción directa con sus clientes: deben atraer al comprador ya no solo desde los escaparates sino empleando otros métodos de captación; derivando en muchos casos tratamiento específico de su exterior, invitando a sus clientes a un espacio intrigante y acogedor a la vez que satisfactorio.