Abstract
Localizado en el puerto de Bilbao, Artefaktu se presenta como una infraestructura que trata de recompensar la organización funcional de este lugar y poner en cuestión el crecimiento desmedido de una explanada productiva que ha modificado el carácter de un entorno que en otro tiempo se encontraba dominado por parajes naturales. Derivado del análisis realizado y aprovechando sus redes de conexión existentes, el proyecto se establece en el límite de uno de los muelles asomándose al paisaje, y se erige como una referencia de entrada a la ciudad y un medio de apertura del puerto al público. De esta manera, el edificio se concibe como un mecanismo híbrido, donde algunas funciones del puerto serán incorporadas en su interior entremezclándose con programas de vocación pública, tratando así de recuperar la esencia de lo que un día fue nuestro lugar: un sitio de ocio y recreo de la sociedad bilbaína. Nuestra infraestructura estará concebida como un gran soporte de unas estructuras de segundo orden, aquellas cajas programáticas que posibilitarán el funcionamiento global de todo el conjunto. Así, el proyecto es entendido como un artefacto y de esta forma la infraestructura se convierte en arquitectura. Este concepto se ve potenciado mediante uno de los elementos habitables que se proponen: una serie de unidades móviles que dominan el espacio central del complejo y que discurren sobre una gran plaza pública, resueltos tomando como referencia mecanismos reconocibles estudiados y extraídos de la industria y el puerto y que han sido adaptados a las necesidades arquitectónicas de la obra. De este modo, se propone el entendimiento del proyecto como la contraposición de la infraestructura estática que proporciona el sustento para un edificio móvil y con capacidad de cambio.