Abstract
La relación de Madrid con el río Manzanares ha sido frustración durante gran parte de la historia. Desde el S.XVll un rey tras otro han convertido el reto de hacer de Madrid un puerto de mar en el proyecto de sus vidas; hasta que en el siglo XX esta obsesión se sustituye por la playa y el baño colectivo. Pero en la actualidad esas frustraciones no se focalizan en el río; si bien la sociedad sigue ansiando una playa y lugares de disfrute acuático, el río Manzanares ha sido olvidado prefiriendo para su localización enclaves fuera de lugar. El proyecto propone llevar de vuelta ese disfrute al río y hacerlo en una zona donde litros de agua son expulsados diariamente al río: el sur de Madrid, zona en desmantelamiento y regeneración donde el paseo fluvial permanece como un "oasis" que en muchos casos es ahogado por su entorno. Actúa como infraestructura activadora, uniendo ambos lados del río, participando en la extensión del Parque lineal del Manzanares y desahogando el paseo con un nuevo parque caracterizado por un juego topográfico que podrá inundarse estacionalmente. Aprovechando el agua expulsada por la EDAR La Gavia y el Estanque de Tormentas Abroñigales y conduciéndola a través de la antigua canalización del Manzanares, el proyecto se convierte en un conducto alternativo por el que el agua es expulsada al río, filtrándose progresivamente como un humedal a través de "Living Machines" y creando un una experiencia acuática completa en el recorrido que va desde el disfrute del baño colectivo y la práctica deportiva hasta lo más privado del cuidado personal mediante el agua. Está compuesto por una serie de superficies catenarias distintas entre si, diseñadas de forma que su propia geometría es toda la estructura necesaria. Se genera así una gran masa de hormigón que alberga en su interior, aligerándose, todos los espacios de servicio necesarios para el programa - desde vestuarios y baños hasta conductos y estructuras termoactivas para la completa climatización del proyecto. Es un recorrido lineal pero siempre cambiante con espacios diferentes, por donde el agua fluye o se estanca, secos y húmedos, invadidos por la luz y lúgubres, grandiosos y constreñidos, públicos y privados. Es un dueto que transporta y conduce flujos de gente, agua y actividad. Es reducto en tanto que alberga ideas pasadas con cabida en el mundo actual: un sistema constructivo casi romano, un proceso de filtrado generado por la propia tierra, una frustración acuática que se remonta al siglo XVII y un anhelo de un lugar de baño que los madrileños llevan años buscando y encontrando en los lugares más desafortunados.