Abstract
El proyecto se sitúa en el mar de la paja (Portugal), un santuario para peces, crustáceos, moluscos, aves migratorias... Recibe este nombre debido a la gran cantidad de residuos vegetales que son arrastrados por el río Tajo y que llegan hasta las playas de este mar, gracias a las fuertes subidas y bajadas de mareas que existen en este. La propuesta es un centro de investigación de economía circular que pretende disminuir el problema de los plásticos en los mares. Para ello, se investiga sobre una nueva patente que explora la creación de un nuevo bioplástico capaz de reciclarse, compostarse o biodegradarse en el entorno marino y fabricado a partir de residuos vegetales, como son, en este caso, los restos arrastrados por el río. Se propone, debido a la fragilidad que tiene el paisaje en este lugar, una arquitectura silenciosa, mediante cubos de hormigón que surgen a modo de rocas y que asoman sobre la tierra o el agua, dependiendo de donde se encuentre el nivel del mar.