Abstract
Avilés cuenta con el monumento nacional de la Ensenada del Llodero, un estuario lateral de la ría que se abre por la desembocadura del pequeño río Vioño, en el pueblo de Zeluán. Este lugar tiene la característica de que en bajamares deja ver un paisaje de marisma: una ensenada de veintitrés hectáreas de fangos que aún alberga las últimas comunidades de vegetación de lo que fue el estuario, pero que requiere una mayor protección y cuidado puesto que ha sido gravemente contaminado por la industria. Se trata de un lugar importante de paso y descanso para las aves limícolas migratorias además de un foco de crecimiento de plantas halófilas. Lagunas de Zeluán surge de la necesidad de recuperar las antiguas marismas para devolver un paisaje único. Se estudian las mareas y se plantea un gran jardín que se aproveche de las condiciones de cambio y movimiento reflejado en los distintos colores de la vegetación propuesta y de los distintos niveles de agua de la marisma. Se incorporan observatorios livianos y desmontables desde los cuales se podrá observar dicho paisaje. Lagunas de Zeluán es un proyecto que tiene como objetivo redescubrir un espacio natural posible en la ría de Avilés.