Abstract
Madrid, eterna ciudad olímpica. Sueño frustrado de esqueletos de hormigón vacíos esperando su momento. Instalaciones individualistas olvidadas en parajes que nunca cumplieron su función. Candidaturas olímpicas que se van orientando y organizando entorno a un ambiente más austero, a la reutilización del espacio y al uso futuro. Que evolucionan hacia una mejora de la ciudad, hacia convertirse los propios juegos en un servicio de esta. El proyecto recupera esa idea, esa servidumbre, esa necesidad que busca ser considerada. Se centra en el sueño de los juegos olímpicos desde su vínculo con la necesidad de deporte que crea la propia ciudad. En concreto en la escalada como el nuevo deporte que entrará en las olimpiadas de Tokio 2020 a formar parte de la lista oficial. Deporte que hasta el momento se encontraba en una segunda división poco considerada en cuanto a instalaciones, aportaciones o visibilidad pero que sin embargo destaca por ser uno de los más populares en nuestro país.