Abstract
La presente investigación nace de la observación de unas piezas arquitectónicas que se encuentran repartidas en diversos lugares de la geografía española; algunas yacen al costado de carreteras, otras en descampados a los alrededores de nuestros municipios y finalmente las más afortunadas, situadas en aquellos lugares a donde todavía no ha llegado el desarrollo urbano. Me estoy refiriendo a las fortificaciones de campaña de la Guerra Civil Española (GCE), las cuales no sólo sobrevivieron a la contienda, sino que han perdurado hasta nuestros días. Si bien estas piezas están protegidas como patrimonio histórico (en la Comunidad de Madrid Ley 3/2013) y a pesar de la labor que numerosos profesionales hacen por valorarlas, muchas de ellas se encuentran en estado de abandono, llenas de graffitis y de basura. Esto invita a reflexionar acerca de nuestra postura ante este patrimonio. Es cierto que forma parte de una página dolorosa y oscura de nuestra historia reciente, (de aquí la designación de este patrimonio como ‘incómodo´) pero son también una muestra viva del esfuerzo y el ingenio de la época, que dieron como resultado una serie de valiosas construcciones repartidas por todo el territorio español, adaptándose cada una a su entorno más inmediato, pareciendo a veces surgir del propio paisaje. Se trata entonces de unas piezas con un gran valor arquitectónico, además de histórico. Este trabajo pretende poner en valor estas cualidades; a través del análisis por medio del dibujo, reuniendo sus características comunes y finalmente poniéndolas en relación con las premisas del movimiento moderno (coetáneo a ellas). Una vez reconocidas estas cualidades es posible reflexionar a cerca de una re-lectura de estos objetos para que no caigan en el abandono y puedan ser re-utilizados con el fin de crear nuevas experiencias que permitan un acercamiento agradable a nuestro pasado.