Abstract
Cuenca nace entre dos hoces como ciudad fortaleza, estructurándose en una topografía muy complicada. Desde el inicio de la ciudad en el siglo XI hasta el siglo XX, la Ciudad Alta de Cuenca sufrió grandes transformaciones tanto en su morfología como en su estructura funcional. En este estudio se va a entender la ciudad como una suma de capas, pudiéndose distinguir la ciudad musulmana en la Alta Edad Media, la ciudad cristiana en la Baja Edad Media, la ciudad eclesiástica en los siglos XVI, XVII y XVIII y la ciudad de los siglos XIX y XX El Castillo de Cuenca se encuentra en el lugar más alto de la ciudad, en el punto donde existen aproximadamente 100 m entre la hoces de los ríos Júcar y Huécar. El Castillo sufrió constantes cambios de uso, siendo utilizado primero como una construcción defensiva; siglos más tarde, como Sede de la Inquisición; y, tras la Guerra de la Independencia y la voladura de parte del edificio por el ejército francés, se convirtió en Cuartel y en Prisión Provincial. A finales del siglo XX, los arquitectos Carlos Rubio Carvajal y Enrique Álvarez – Sala realizaron el proyecto de restauración, convirtiéndolo en la Sede del Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Se va a recopilar y crear la información necesaria para poder analizar las transformaciones de este edificio con tanta historia, con el objetivo de identificar qué elementos de estos estratos han llegado a la actualidad. El único edificio que se conserva desde el origen de la ciudad, ha llegado a nuestros días gracias a los constantes cambios de uso, de capas, por ello, esta, es la historia de una estratificación.