Abstract
En el marco histórico de la España del siglo XVII, el Buen Retiro se corona como el jardín más relevante construido en esta época. A pesar de los inconvenientes provenientes de la complicada transición política que afectaba al país, la cultura y el arte se pusieron en alza. Pese a contar con un Sitio Real ubicado en la misma ciudad, se contempla este proyecto como la oportunidad de equipararse a ciudades europeas de mayor desarrollo en esa época, como Londres o París, siendo una muestra de riqueza y símbolo de poder político y social de la monarquía. El Buen Retiro y sus jardines están determinados por la existencia de elementos referenciales, como las ermitas, las cuales actuaban de focos sociales con una función lúdica y de culto, creando cada cual sus propias conexiones. Estas constituyen una capa de información en el enriquecido entramado de los jardines, a la que se superponen las preexistencias y la adaptación al medio. La conjunción de las diferentes capas dan como resultado un proyecto surgido de la actuación simultánea de todas ellas. Así pues, el objeto del estudio es analizar los diferentes rasgos que han dado resultado al trazado de los jardines del Buen Retiro, y llegar a encontrar la relación entre ellos.