Abstract
El Corredor Seco es la región más densamente poblada de Centroamérica, con una población de aproximadamente 11 millones de personas, de las cuales cerca del 60% vive en la pobreza. En este contexto, lograr una balanza comercial neutra subraya un camino a recorrer no sólo para reducir la dependencia de los mercados externos, sino también para asegurar la resiliencia frente a los choques externos. Por lo tanto, la producción nacional de cereales de los países del CADC necesita aumentar su capacidad agrícola, impulsada principalmente por el aumento de los rendimientos agrícolas. Aunque organizaciones como la FAO no apoyan una expansión de la superficie dedicada a la agricultura, estos rendimientos de los cultivos pueden aumentarse mediante técnicas mejoradas, que en muchos casos los países de las mismas zonas agroecológicas conocen y pueden compartir.
Este estudio desarrolla tres escenarios para evaluar el impacto de la superficie y el rendimiento de la tierra en la seguridad alimentaria de seis países del corredor seco mesoamericano. Los resultados muestran que los países del Corredor Seco Centroamericano tienen rendimientos muy heterogéneos, que dan lugar a mejoras sustanciales sin tener que recurrir a regiones o métodos lejanos. El abandono de tierras ha sido una constante en las últimas décadas por diversas razones, donde el progreso es muy desigual y el agua y el reciente COVID-19, entre otros factores, juegan un papel clave en la lucha contra el hambre. En conclusión, dar un papel clave a los programas de intercambio de conocimientos nos ha acercado a un nivel de seguridad alimentaria más amplio que el
alcanzado hasta ahora. Esto está acompanado con la volatilidad económica que experimentan los países del CADC, donde se observa que las regiones con los rendimientos más bajos de los cultivos clave son también las que tienen los niveles más altos de dependencia comercial. Lograr una colaboración horizontal de técnicas agrícolas que mejoren los rendimientos, no sólo generarán excedentes que mejorarán el bienestar local, sino que reducirán la dependencia comercial exterior y sobretodo, ayudará a combatir el hambre de la región.