Abstract
La necesidad de adaptación del entorno físico para facilitar el desplazamiento,surgió por primera vez en el siglo XVI con la aparición de la silla de ruedas.
Sin embargo, hay que esperar hasta la segunda mitad del siglo XX para que aparezca verdaderamente la idea de que la discapacidad está muy determinada por la falta de adecuación de los entornos con los que se interactúa, generando barreras de todo tipo, discriminando e impidiendo el disfrute de los derechos de todos los ciudadanos.
En la actualidad, en España se considera que un 35% de la población padece algún impedimento o restricción, permanente o temporaria de sus capacidades.
Dicha población requiere un buen nivel de accesibilidad en todos los entornos para ejercer sus derechos políticos, sociales y culturales en igualdad de condiciones.
Sin embargo, al referirnos a las viviendas, debemos destacar que siguen presentando un bajo nivel de accesibilidad, por las características de sus diseños
antiguos, su bajísimo mantenimiento o por la falta de recursos económicos.
Si bien, en los últimos años se han desarrollado normativas y programas de gestión tanto a nivel nacional como local, todavía nos encontramos muy lejos de que la accesibilidad sea una característica común en todos los edificios
residenciales y aún más lejos de ser un requisito plenamente asumido por los gestores, planificadores y los profesionales que atienden o prescriben soluciones
de las mismas.
En el presente trabajo se proponen algunas estrategias tanto a nivel social, como económico y técnico, además de analizar los distintos conceptos relacionados con la accesibilidad, tal y como es interpretada hoy en día. Todo ello se ha realizado en base a aportar posibles soluciones a la situación actual de la accesibilidad desde un punto de vista residencial e intensificar la difusión del concepto de
“Accesibilidad Universal” y su correcta implementación.