@article{upm4435, number = {248}, pages = {46--47}, journal = {Arquitectura (Madrid. 1959)}, year = {1984}, title = {Notas sobre la composici{\'o}n del Museo Nacional de Arte Romano}, issn = {0004-2706}, author = {Gonz{\'a}lez Capitel, Ant{\'o}n}, abstract = {Desde el punto de vista de la composici{\'o}n del proyecto, hay dos cosas que llaman la atenci{\'o}n de inmediato en el Museo Nacional de Arte Romano de M{\'e}rida que, promovido por la Direcci{\'o}n General de Bellas Artes, est{\'a} finalizando Rafael Moneo. Una, la clara decisi{\'o}n y directa sencillez con que se evoca el espacio romano: la creaci{\'o}n de una bas{\'i}lica o nave, hecha de tajantes arcos de medio punto que s{\'o}lo ha sido preciso proporcionar. Si se evoca Roma, es bien claro representar el espacio interior, un espacio que habr{\'a} de ser neto y definido, pregnante. Y un exterior que habr{\'a} de ser tan s{\'o}lo su envuelta. Pero otra, bien distinta, y tan s{\'o}lo ligeramente menos inmediata que la primera, es que la sencilla evocaci{\'o}n que de lo romano se hace no se consigue configurando en realidad un espacio a la romana, siquiera fuera esquem{\'a}ticamente, sino que, por el contrario, s{\'o}lo se lo representa, se lo hace aparecer como ilusi{\'o}n, como escena. La gran bas{\'i}lica s{\'o}lo existe en apariencia, a trav{\'e}s de aquella ilusi{\'o}n espacial que crean los muros al perforarse por arcos iguales. La construcci{\'o}n es como unas atarazanas, pero la sugerencia, la ilusi{\'o}n, est{\'a} m{\'a}s cercana a los espacios abovedados, a los sustanciales espacios romanos. El espacio percibido es aqu{\'i} virtual, pues incluso si se tratara de una bas{\'i}lica de un solo orden mural primario {\'e}sta tendr{\'i}a los muros en la direcci{\'o}n contraria, en la longitudinal.}, url = {https://oa.upm.es/4435/} }