Abstract
En 1908, la Sociedad Central de Arquitectos presentaba al Ayuntamiento de Madrid un informe sobre construcción de casas baratas e higiénicas y, de acuerdo con lo reflejado en la encuesta planteada por el Instituto de Reformas Sociales sobre vivienda obrera, en junio del mismo año se elevaba a las Cortes un proyecto de ley para construir casas higiénicas en cuyo preámbulo se señalaba como causas que dificultaban su edificación el alto precio de la construcción y el afán de los propietarios del suelo por lograr grandes beneficios. Diez años más tarde, Amós Salvador -después de asistir en París a la Conferencia Interaliada sobre Reconstrucción- publicaba un trabajo en el que tras informar sobre la opinión generalizada de aplicar normas estandarizadas en la reedificación de las viviendas destruidas -tanto en el diseño del mobiliario (armarios, mesas, sillas...) como en los elementos constructivos (marcos de ventanas, puertas....)- sugería aplicar en España estos criterios a la construcción de casas baratas, no sólo para abaratar costos sino buscando incentivar la naciente industria.