Citation
Moya González, Luis
(2009).
Cuando la ciudad parte de una matriz teórica.
In: "Congreso Arquitectura y Espacio Urbano de Madrid en el siglo XIX", 06/10/2008-07/10/2008.
Abstract
Madrid en el siglo xix era una ciudad convulsa social y espacialmente1. El urbanismo es el más fiel reflejo de la sociedad que lo habita. La nueva burguesía de un país que no ha tenido ni una revolución violenta ni industrial, necesitó sin embargo reflejarse en sus edificios y espacios libres públicos. Pero al mismo tiempo, esta misma sociedad era muy consciente de que la ciudad podía ser un negocio lucrativo si se elegían los instrumentos adecuados. El primer paso fue la desamortización que se produce entre 1836 y 1855; prácticamente la mitad de los bienes inmuebles de Madrid pertenecían a la Iglesia, fuera clero regular o clero secular, pero además existía un gran patrimonio en alquiler para todo tipo de usos, especialmente de vivienda. Por tanto no debe sorprender ni es un síntoma de radical anticlericalismo el hecho de que se destruyeran muchos conventos e iglesias para esponjar el tejido con nuevas plazas, calles y espacios verdes, y para construir o acondicionar edificios para nuevos equipamientos como hospitales, escuelas, centros universitarios, cuarteles y muchos más, acordes con la nueva organización social. Por mencionar algunas plazas, Tirso Molina, Vázquez de Mella, Santa Bárbara, proceden de la demolición respectivamente de los Mercedarios Calzados, los Capuchinos de la Paciencia y Santa Bárbara, edificios como las Cortes, el mercado de San Miguel, y la universidad de San Bernardo proceden de nuevas construcciones o reformas donde se encontraban los conventos de Santa Catalina y San Miguel, y el acondicionamiento del Noviciado de los Jesuitas para el caso de la universidad, que había sido trasladada desde Alcalá de Henares en 1836.