Abstract
La lucha contra el cambio climático ha puesto de manifiesto la necesidad de reducir el consumo energético y que, además, éste sea cubierto mediante fuentes de origen renovable. Para poder cumplir este objetivo, al que apelan varios de los ODS de la agenda 2030, es preciso poner el foco en las ciudades, ya que en ellas se consume el 67% de la energía mundial.
Los Distritos de Energía Positiva (PED) son la herramienta por la que ha apostado la UE para transformar las ciudades y reducir la huella de carbono. Consisten en barrios cuyos edificios tienen un consumo energético casi nulo y que son capaces de producir, al menos, la misma cantidad de energía que demandan mediante fuentes de origen renovable próximas. Además, se caracterizan por su alta eficiencia, motivo por el cual la energía térmica y la eléctrica se gestionan por diferentes vías: la eléctrica mediante sistemas de autoconsumo compartido y la térmica mediante redes de climatización de distrito de producción centralizada.
Con el fin de determinar si sería viable la transformación de un barrio ya consolidado, con una alta densidad de población y un tejido urbano denso, en un PED, se ha estudiado el caso del Distrito de Chamberí, en el centro de Madrid, obteniendo unos resultados muy prometedores.
El estudio se ha centrado en resolver la demanda térmica del distrito, dejando indicadas el resto de actuaciones que cabría acometer para completar la conversión del distrito a PED.